sábado

CECILIA

Avanzando en la mañana soleada, arrastrando la inlevedad de su vida, gira en las esquinas Cecilia. No va apresurada pero tampoco relajada.

En su primera esquina piensa en "no cuentes conmigo", en la segunda en "no llores, no muestres tristeza", en la tercera en "no tengas dinero", en la cuarta en "no crezcas", en la quinta en "no dejes que te ganen se superior", en la sexta en "quedate sola hazte abandonar", en la séptima "fracasa en todo". Al final atravesando la puerta de su casa va al encuentro de su madre. La saluda, la mira y al seguir su camino interno se percata de que cada pensamiento de esquina era la apelación a su madre.