sábado

AMANDO SU ENCUENTRO

Pasado el mediodía, satisfecho por su comida, Amando fue sopesando lo que a Dilema, su mujer, no le gustaba en la casa.

Llevaba consigo el cactus en flor envuelto en una bolsa plástica de los supermercados "Vida Mía", mientras cada torpe paso que daba lo acercaba al encuentro.

Al llegar, sacó de su bolsillo un trapo, lo sacudió sobre la lápida y apoyó el cactus abriendo la bolsa para que se airee. Instantes antes de que el polvo impregnara también a las flores, se marchó.

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